No articles could be found for your current selection.

por Omar Ramos

Sensaciones auditivas en los mosaicos sonoros de Trevor Gavilan

Hablar de talento mexicano en el área de creación de instrumentos para Reaktor, es hablar de Trevor, artista multidisciplinario especializado en música ambient y en el uso de sintetizadores modulares, principalmente de los sistemas Buchla.

Referente no sólo en México, sino también a nivel internacional, es el creador del Cloudlab 200t, un ensamble de Reaktor el cual resultó ganador en 2018 en la competencia de usuarios de Native Instruments y el cual usó enteramente para la producción de su mas reciente obra musical.

Desde los quince años se inició de manera autodidacta en la música, cuando sus amigos le donaban copias de software, pero Trevor no empezó como casi todos los músicos, con notas o composición; él optó por el lado del diseño sonoro. De esta forma, si un sonido se inclinaba hacia un patrón o un rumbo, lo seguía, pero fueron muchos años de prueba y error, hasta que formalizó la carrera con estudios en Los Angeles, California. Estando ahí par de años para concluir su especialización en Producción y Post Producción.

Un punto que las nuevas generaciones deben tomar de personalidades como las de Trevor, es que él nació en un mundo sin youtube, sin tutoriales: “Hoy en día es demasiado fácil abrir una computadora y que alguien te haya sintetizado el conocimiento, dándote muy pocas opciones para accidentes y errores, que son los que realmente hacen aprender”, menciona.

Cuando Trevor se graduó, no existía la fiebre por el DJing y mucho menos el consumo de programas; el acceso a la tecnología no se acerca a lo que hoy vivimos: “Estamos hablando de que yo entré a estudiar hace once años, entonces nos teníamos que ganar las cosas de otra forma y costaba mucho más conseguir los programas; comprarlos era algo muy difícil”, recuerda; “las cosas han cambiado desde entonces. Ahora, la brecha se separó todavía más entre quien está haciendo música con fines artísticos y quienes lo hacen con fines comerciales”.

Como todo hacedor de música, Trevor también es fan de otros músicos. Empezó con Nine Inch Nails y Marilyn Manson, pero entonces conoció quién producía esas bandas y todo cambió; expandió sus horizontes con proyectos como Aphex Twin y Boards of Canada, y cuando menos se dio cuenta, empezaron a salir sonidos de todos lados, tales como los de Alessandro Cortini, Morton Subotnik, Todd Barton, Richard Lainhart y Suzanne Ciani, además de Cat Barbieri y Kaitlyn Aurelia Smith. En ese camino también se encontró a Apparat, Moderat, Telefon Tel Aviv y Ryuichi Sakamoto.

Con toda esa biblioteca sonora en su cabeza, llegaron los soundtracks de obras como las experimentaciones de Akira Yamaoka, que después se convirtieron en composiciones completas para la banda sonora de Silent Hill. Ésta, junto con la música islandesa de Sigur Rós, Múm y Amiina, sin duda le “volaron la cabeza”, como coloquialmente se dice. Con este coctel sonoro, Trevor se encaminó en el mundo de las atmósferas, y no es que no le gustaran géneros como el rock. De hecho, tenía su banda (Semi Source), y él mismo confesó ser fiel seguidor de Tool, pero en sus palabras: “El rock satisface la parte primal y vital de mi ser, pero se volvió cada vez más difícil hacerlo e incluso con la banda, coordinar un grupo en vivo traía consigo mucha responsabilidad y dolores de cabeza”.

Iniciando con Hardware y Software

Conforme pasó el tiempo, Trevor empezó a adquirir más equipo, como sintetizadores en formato mucho más grande. Así, comenzó a explorar a nivel sonoro con improvisaciones, lo que lo llevó a que consiguiera un par de shows para tocar con ellos y se dio cuenta de que a la gente le llamó la atención, de forma que decidió continuar por ese sendero sonoro; si bien iba por el camino experimental y ambiental, nunca se permitió perder la parte melódica y musical: “Para mí, es vital que haya un sentido musical, una armonía o una progresión; algo que me mueva y no solo ambientes, porque el propósito de mi música es evocar emociones tangibles, más que ponerte en un paisaje sonoro y simplemente dejarte ahí”.

De este modo, empezó su relación “formal” con los softwares; el primero: Reaktor en su versión 2.3, el cual inició intuitivamente, sacando módulos y conectándolos entre sí, ni siquiera haciendo macros. Fue prueba y error conectando inputs, y sin planearlo, creó un efecto de tremolo.

Posteriormente llegó la versión cuatro de Reaktor, bajó el demo y lo abría cada media hora; lo cerraba y lo volvía a abrir y eran horas de estar haciendo eso, porque el trial sólo duraba treinta minutos, durante los cuales Trevor se metía a la estructura a tratar de entender qué estaba sucediendo.

En 2007, antes de partir a Los Angeles para estudiar, un amigo que había estudiado síntesis en Berklee le dio unas pequeñas lecciones de Reaktor, y aunque eso le sirvió para seguir sólo de ahí en adelante, las posibilidades infinitas de Reaktor lo hacían sentir desamparado en ese camino. Ya en la ciudad angelina pasaba sus tardes, después de la escuela, en un sillón programando, tratando de sacar algo útil y estudiando fuertemente. Para ese entonces, ya contaba con la versión original de Reaktor 5 y con la librería de usuarios fue el parteaguas para poder otorgar mucha utilidad en procesadores, samplers y sintetizadores.

Fiel a su gusto por los soundtracks, Trevor quedó sorprendido tras el lanzamiento de The Social Network; por fortuna, él conocía a uno de los creadores del instrumento “Swarmatron” con el que se había hecho la música: Leon Dewan, quien le había dado algunos consejos. De esta manera, pudo crear una emulación de este instrumento que si se busca, aún se encuentra en la librería de usuario. En realidad, en su afán de seguir haciendo música y poder usar estos instrumentos sin tener que pagar miles de dólares, Trevor realizaba estas emulaciones.

 

 

Lo anterior lo llevó a prepararse más, así que se dio a la tarea de estudiar un poco de programación GUI de interfaces gráficas y con conocimiento previo de Photoshop, emprendió el camino de la programación. Empezó haciendo sus propios paneles y en los objetivos estaba el que fueran más intuitivos. Después hizo otro para la misma marca de Dewanatron, llamada Melody Gin, y luego un par de procesadores inspirados en Metasonix, marca con la que empezó a obsesionarse, debido a que producían distorsión y en ese momento era lo único que le interesaba. Así creó el “Ass Fister”, que él terminó bautizando como AF150. Uno de los aprendizajes que le dejó esto fue que los accidentes sucedían y estos los usaba a su favor. Cosas que no estaban destinadas a utilizarse de esa forma y daban otros resultados, casualmente eran objetivos que él estaba buscando.

Como buen músico y obsesivo, la cosa no paró ahí. Entre más escuchaba Trevor la música de Alessandro Cortini, más se obsesionaba con Buchla. Con la ayuda de tres amigos empezó a experimentar de manera física con los instrumentos y obtuvo algunos avances reveladores; el primero siendo que no contaba con 24 Mil dólares para pagar un sistema Buchla, así que esa necesidad lo llevó a experimentar más y más, y uno de esos experimentos fue emulando el Oscilador 259e, así se dio cuenta que eso podría convertirse en un proyecto real. Tres años mas tarde tendría un sistema con los módulos que ya se conocen en el Cloudlab, y en lo único que se basó para crearlo fue en manuales, videos, pláticas y en la experiencia de haber usado los instrumentos originales.

Actualmente, Trevor se encuentra en compañía de otros cómplices, realizando una tercera versión de Cloudlab con parcheo frontal, nuevos módulos de utilidad y nuevo diseño de la interfaz gráfica. Entre sus colaboradores se encuentra el francés David Frappaz, quien se encargó de los gráficos de la segunda versión y que está realizando algo mucho más 3D, más renderizado. El otro integrante del equipo en esta tercera versión es Jason Wells, programador de videojuegos que mastica perfectamente todo lo que son interfaces gráficas y que la llevará a otro nivel.

Algo importante de agregar a la razón del nacimiento de Cloudlab lo explica Trevor: “Esto nace al yo querer componer un disco completamente con Buchla, pero no iba a poder hacerlo, porque no tenía acceso a uno. No podía pedir prestado uno a mis amigos porque nadie lo hubiera sacado de su casa y no lo iban a dejar conmigo meses, entonces de esa necesidad salió la creación; Buchla es como una de estas cosas inmaculadas y etéreas de la síntesis, es intocable, entonces el que yo tomara el riesgo de tratar de hacer algo remotamente cercano a ello, implicaba que si no quedaba lo suficientemente bien, probablemente iba a recibir mucho odio de parte de la comunidad”, recuerda.

Necesidad vs Talento

Como ya lo mencionó Trevor, el objetivo primordial de este instrumento era hacer un disco y no pagar los miles de dólares que costaba un sistema Buchla completo, pero ¿qué es Cloudlab en palabras sencillas? 

Él mismo explica: “Es un sistema modular de síntesis basado en el sistema 200 y 200e de Buchla, el cual intenta de empacar la mayor densidad de funciones en un solo espacio”.

“Hay mucho poder en cada uno de estos módulos, incluso pueden usarse dos de ellos o un solo oscilador y crear algo denso y complejo; entonces imaginen si suman tres osciladores, un secuenciador que tiene muchas capacidades, un filtro que es triple, un procesador dinámico que es igual a cuatro procesadores, una interfaz de salida que tiene control sobre todo parámetro disponible, un reverberador, ecualizador y Envelope Follower  Yo no necesito más que eso, puedo resolver toda mi vida de necesidades de síntesis así, pero es un sistema complejo basado en Buchla, que está hecho para crear cosas usando nada más una sola instancia”, señala.

Por si fuera poco, este instrumento se puede encontrar totalmente gratis con Reaktor. Está en la librería de usuario en la página de Native Instruments, incluye manual y un template para Lemur, que es un controlador MIDI para iPad, para ejecución en vivo. El resultado de todo este esfuerzo es un disco llamado “White Elephant”, producido en su totalidad en Cloudlab. Aunque este disco se empezó a producir con la primera versión de este instrumento, hay algunos tracks que se produjeron con la segunda, debido a que Trevor no estaba satisfecho con el resultado musical, de forma que con la nueva versión contó incluye secuenciadores más complejos, que cuentan con 16 pasos en vez de cinco, con memoria interna y con la posibilidad de programar que estos bancos de secuencias cambien a comando.

El Ave Fénix sonoro

Al contrario de lo que se podría pensar, no todo es miel sobre hojuelas en esta historia, ya que tuvo un muchos cambio en la planeación y procesos, debido al fallecimiento de su madre: “El disco que tenía en mente en primera instancia no sucedió, porque después de dos meses de publicar el Cloudlab, mi madre murió y comencé a aislarme, además de que yo estaba pasando por una situación complicada a nivel personal. Me aislé en este instrumento y las composiciones empezaron a salir solas; al pasar tiempo con él, estando en el lugar emocional de duelo, simplemente no estaba en un sitio fácil en mi vida y el instrumento se volvió un refugio. El resto se dio solo, no lo planeé de esa forma, simplemente se dio”, recuerda Trevor.

Este acontecimiento le dio un giro no sólo a lo planeado, sino al aspecto creativo y sentimental. Trevor tuvo que revisitar la historia de su madre durante todo 2017 y al término del disco, suspendió cualquier actividad musical, mismas que retomó en este 2020.

Además de sonido, White Elephant también es imagen y se presentará en tres videos que cuentan en secuencia la historia de su madre, que padecía Esclerosis Múltiple y donde se narra la vida cotidiana de una mujer en esa situación.

El video fue realizado por Jarael Mena, pero ya entregado el trabajo, Trevor los volvió a procesar, usando una proyección para hacer una re-grabación en VHS y un ecualizador de video que estaba hecho para este formato.

White Elephant está disponible en Spotify y los videos se encuentran en su canal de YouTube

A la fecha, Trevor se encuentra trabajando en nuevos temas escritos específicamente durante el sentir de los cambios radicales por los cuales el mundo se encuentra pasando.  También ha decidido continuar con su nueva carrera como artista de tatuaje la cual nació a partir de haber suspendido su actividad musical en 2017.

Puedes encontrar mas información y contenido directamente en su página web o a través de su Instagram.

Descarga CloudLab 200t V3, Nematic Labs Semi Fuzz, Keyed Melody Gin, Dewanatron Swarmatron, Metasonix TM-7 , instrumentos y efectos diseñados por Trevor.

Por Omar Ramos.

Artículos relacionados